El frontón de Banka (Alduides)

En muchas poblaciones de Euskal Herria el espacio público situado en torno a sus dos edificaciones más características, la iglesia y el ayuntamiento, constituye habitualmente su mayor singularidad urbanística. En muchas ocasiones, el frontón comparte y formaliza el lugar, bien solo con la casa consistorial o con el templo, o complementando el entorno con otros edificios de viviendas, en donde con frecuencia se instala alguna taberna o restaurante. El conjunto contribuye a fomentar un ambiente social que vitaliza la plaza conformándose así lo que el autor llama el ágora vasca, la plaza del pueblo, la plaza frontón (I.Uriarte, arquitecto).

En la localidad navarra de Banka en el valle de Baigorri esta plaza tiene una distribución muy peculiar, con un frontón que por sus obligadas características es probablemente único en el país. La topografía del pequeño núcleo urbano bajonavarro apenas deja lugares llanos en donde poder practicar el ancestral juego de la pelota vasca, como es sabido, uno de los principales divertimentos de la población. Entre el ayuntamiento y la iglesia con su cementerio anexo, discurre la calle principal que, allí, se ensancha levemente conformando el pequeño espacio de reunión vecinal, la plaza del pueblo. Entre ambos edificios se edificó, desconocemos la fecha, el pequeño frontis de piedra tallada para practicar el entonces llamado Juego de Paume.

Postal comercial de principos del siglo XX en donde se observa el primitivo frontis de piedra entre el ayuntamiento y la iglesia. Cortesía de I.Uriarte

Antiguamente, y más en esta zona, los frontones pocas veces disponían de paredes laterales jugándose sobre todo lanzando la pelota a rebotar contra un frontis, construido especialmente para el uso o aprovechando la pared de alguno de los edificios del lugar. El desarrollo de la modalidad de “largo” o guante laxoa requirió el ensanchamiento de los frontis dándoles la peculiar forma tan extendida en los frontones labortanos, bajonavarros, zuberotarras o en los de Baztan o Malerreka. Y así se debió plantear en Banka a principios del siglo XX. El ensanchamiento del frontis hasta conseguir la anchura requerida, taponaba literalmente la continuidad de la plaza como lugar de tránsito. De esta forma en uno de los laterales de la estructura, junto a la iglesia, se dejó una abertura rectangular suficiente para el paso de personas, carros y otros vehículos. Esta es la peculiaridad que lo hace único. Desconocemos como se soluciona el tanto cuando la pelota escapa por la abertura. Seguro que existe una norma especial, también única.

Años después el frontis ocupa todo el fondo de la plaza y se observa la apertura en su parte derecha. El cura juega con los vecinos. Cortesía I. Uriarte

Además, se modificó ligeramente la fachada del ayuntamiento para darle al frontón una pequeña pared izquierda, eso sí, manteniendo la puerta y algunas ventanas. En el dintel de la puerta, junto al txoko, queda reflejado: “Mairie, Herriko etxea”.

La plaza de Banka en la actualidad. Google Earth

  También escrito en la parte alta y redondeada del frontis, la fecha de su construcción, 1928 y una bonita frase en euskera que trata de fomentar el buen uso que debe hacerse del mismo:

“Emazue gazteak ardura pilotan zeren den ederrena Joko guzietan”

(Jóvenes jugad con esmero, con ganas, a la pelota, ya que es el más hermoso de todos los juegos).