El Coliseo OLIMPIA
El Coliseo Olimpia recién inaugurado en 1923
Foto: Vicente Istúriz
El Coliseo Olimpia de Iruñea ocupó, durante algo más de cuatro décadas, el solar en donde confluyen las actuales calles San Ignacio y Cortes de Navarra, en el entonces recién estrenado II Ensanche. Diseñado por el arquitecto Sr.Yarnoz se inauguró el día 6 de julio de 1923. La empresa propietaria «La Euskalduna» organizó para su sesión inicial la representación de la opereta vienesa La noche azul, a cargo de la compañía Zuffoli-Peña, costando la entrada, el para entonces caro precio, de cinco pesetas. Curiosamente se cuenta que, una de las cosas que más admiración causó, en una población que llevaba años sufriendo hacinamiento y apreturas en sus pequeñas viviendas intramuros, fue la presencia de retretes de caballeros y señoras en todos los pisos del edificio. En aquellos primeros años se dedicó al teatro, en competencia con el cercano Teatro Gayarre, aunque más tarde programara también sesiones de cine. Un evento muy sonado de la época fue cuando el 8 de abril de 1930 actuó en el Olimpia la mítica Josephine Baker. La tradicionalista sociedad pamplonesa montó en cólera, acusando al espectáculo de pornográfico y diciendo que la artista ejecutaba danzas lúbricas de salvajismo primitivo que excita los groseros instintos de la parte animal. Se realizaron manifestaciones y misas de desagravio y la Asociación Católica castigó al local aconsejando a la población no acudir al mismo durante un mes. En sus sótanos se instaló poco después, una sala de fiestas llamada Katiuska, pero que popularmente se conocía como el bailongo, local muy propicio para sacar plan, como entonces se decía para ligar. Pero llegó 1936 y el local de baile se cerró de inmediato, instalándose en el mismo la cocina y los locales del Auxilio Social. En mis, más tardíos, recuerdos de infancia me quedan las sesiones de teatro de cuentos infantiles organizadas en las navidades de finales de los cincuenta por la Institución Cunas del padre Carmelo. Recuerdo las plateas, al mismo nivel de la sala de butacas y las deliciosas chocolatinas que comíamos durante las sesiones. El Olimpia se clausuró en 1963, derribándose en su totalidad y construyéndose en su solar el edificio que ha alojado, hasta esta semana, el cine Carlos III, el de mayor aforo y tamaño de pantalla de los existentes entonces en Iruñea. Con el cierre de esta sala, el dia 3 de marzo de 2016, desaparecen todos los cines que quedaban en el centro de la ciudad. Una buena ocasión para recordar el coqueto Coliseo Olimpia, recién inaugurado en la fotografía de Istúriz, en cuyo centro aparece uno de los postes del tranvía del Irati y a su izquierda una caballería como único ser viviente. Seguramente su dueño se encontraba en el pequeño edificio de arbitrios municipales que ocupaba la esquina en donde, solo dos años después se construyó la torre de la nueva iglesia de San Ignacio.
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