Faustin Bentaberry
Músico, danzari y coreógrafo vasco
Hijo de herrero, Faustin nació en Izpura, en las cercanías de la capital bajonavarra de Donibane Garazi, el 15 de agosto de 1865. Miembro de una familia de violinistas, Faustin Bentaberry, llamado comúnmente “Fauxtin” se lanzó a la aventura musical a la temprana edad de 17 años, ayudado y empujado por su primo y padrino Faustin Claverie, violinista de talento.

Cuando decidió dedicarse a la música, abandonó el trabajo en la herrería con el fin de conservar sus dedos en buen estado y así poder manejar los instrumentos musicales. Su pasión por la música le llevó a escuchar, informarse, copiar y anotar aires y pasos de danza, especialmente los relativos a los jauziak, bailados habitualmente en su tierra. Además creó una orquesta (Orqueste Faustin) cuyas actuaciones serán conocidas y apreciadas en numerosos pueblos del país vasco interior. Se le llamaba de cualquier parte para bodas o para cualquier otra ocasión festiva. El repertorio para sus bailes comprendía por una parte aires de polka, scottish, mazurkas, valses, fandango y quadrilles interpretadas con el saxofón, clarinete, bajo, batería y trompeta y por otra parte los saltos vascos o jauziak en las variantes que él había recuperado (Milafrankarrak, Baztandarrak, Ainhoarrak, Alemanak, etc). En la orquesta tocaba el clarinete pero, a la hora de interpretar los jauziak lo hacía con el violín (arraita o arrabita) de manera que, colocado en el centro del corro podía cantar los pasos. Se trata de danzas que se ejecutan en corro en sentido contrario a las agujas del reloj y que constan de diferentes pasos. Como la cantidad de jauziak diferentes es grande y suele ser difícil saberlos todos de memoria, es preciso que alguno de los músicos o de los propios danzaris cante a viva voz el paso siguiente que debe ejecutarse.
Realmente especializado en estas músicas de danzas transcribió al solfeo todas las que conocía, partituras que persisten en la actualidad. Faustin Bentaberry, siempre con ánimo pedagogo, transformó su casa natal de Izpura, hoy Faustinenea, en verdadero centro de iniciación a los jauziak; durante decenios innumerables personas acudieron de los pueblos vecinos a beneficiarse de las lecciones del maestro y terminó fundando varios grupos de volantes o danzaris de saltos vascos.
En su extensa clientela tuvo una predilección especial por Luzaide-Valcarlos ya que era muy apreciado por su párroco, que le llamaba para que animara allí sus fiestas religiosas. Faustin manifestaba siempre una familiaridad y sensibilidad hacia los habitantes de Luzaide, que era correspondida con la misma admiración y agradecimiento. Aun hoy día, más de un siglo después los luzaidarrak veneran su memoria. La localidad de Luzaide era, y es, famosa por su fiesta de carnaval, llamada de libertimendia, que se desarrollaba un domingo anterior a la cuaresma elegido en acuerdo con el cura del pueblo. Con ocasión de esa fiesta los volantes, como allí se les denomina a los danzaris, tenían costumbre de desfilar hasta la plaza de Arnegi y de vuelta, en el coro del presbiterio de Luzaide se les ofrecían pastas y vino, ejecutando allí algunas danzas. Dada la espectacularidad del festejo, y supongo que con el beneplácito inicial del cura párroco, desde hace ya muchos decenios la fiesta, el Bolante Eguna, se celebra el domingo de Pascua.

Cuando en 1929, Faustin Bentaberry formó un grupo de ocho danzaris o bolantes encargados de representar el folklore bajo navarro en la exposición internacional de Barcelona, cuatro de ellos eran oriundos de Luzaide: Regino Ayerra, Martin Etchart, Martin Cantero y Periko Garbayo. Dos años antes por invitación de la Folk Dance Society, Faustin acudió a Inglaterra formando parte de una importante delegación de personalidades vascas entre ellos M.Boissel, conservador del Museo Basko, danzaris de la Bajanavarra, Zuberoa y de Gipuzkoa, acompañado por seis volantes: Martin Apezarena, agricultor, Jean Baptiste Haranburu, molinero de Uhart Cize, Bernard Arrosagaray, carpintero, Pierre Chiramberro, albañil, Martin Erguy, curtidor y Etienne Salla factor de Donibane Garazi.
En el curso de otros viajes organizados bajo el patrocinio del Museo vasco, Faustin y sus bolantes fueron aplaudidos en París, Donostia, Bergara, Agen, Biarritz y Baiona. Bentaberry sedujo a los grandes espíritus de la época. Así, antes del primera guerra mundial, Edmon Rostand le llamó en varias ocasiones a su propiedad de Amaga en Cambó. La gran artista Sarah Bernhardt, en el curso de una estancia en casa del autor de “L’aiglon” manifestó un vivo interés escuchando su música.
El 15 de febrero de 1935 el ministro de Educación le nombró oficial académico como mantenedor de las tradiciones vascas. Afectado por un cáncer, murió el 21 de febrero de 1936 en Antignac (Haute-Garonne) después de haber dicho que fuera enterrado con su clarinete cerca de su cuerpo como así se hizo. Tomó su relevo un sobrino suyo nacido a principios de siglo y de nombre también Faustin Bentaberry.
En 1977 el párroco de Luzaide, Miguel Angel Sagaseta Aristegi publicó una recopilación de todas las danzas interpretadas por los bolantes, incluyendo las partituras de los jauziak y las explicaciones de sus pasos (Danzas de Valcarlos/Luzaideko ianzak.Edit. Príncipe de Viana). No faltan los datos biográficos y de autoría del gran Faustin Bentaberry. El mismo autor hizo una nueva publicación (edit.Bilbo) bajo el mismo título, mucho más extensa y completa en 2011.