Gulinako Benta
Fotografía de Martínez Berasain
La Venta de Gulina a principios del siglo XX. A lo largo del camino real entre Tolosa e Iruñea existían numerosas ventas. Las mismas solían contar, como la de la fotografía, con una construcción aledaña a modo de garaje, para los carruajes y sus caballerias. Muchas de estas ventas quedaron en desuso como tales, a partir de la puesta en marcha del ferrocarril del Plazaola en 1914. En Gulina hubo hasta tres ventas, la de arriba, la de abajo, Bentazaharra, y la del medio. La de la preciosa fotografía de Mtz Berasain es la de en medio cuyo propietario en aquella época era Benito Larrayoz, abuelo del actual dueño. Al fondo a la izquierda, se observa el monte Erga y la ermita de la Trinidad.