La Fábrica de papel de Atarrabia-Villava (II)
En la segunda mitad del siglo XIX dos ilustres viajeros recorrieron nuestra geografía para posteriormente publicar su relato, cargado de descripciones del paisaje y monumentos así como de importantes datos históricos. Ambos autores hacen referencia en sus publicaciones a la que entonces era la fábrica más importante de Navarra, no sólo por su tamaño y número de obreros sino por la fama adquirida por el material producido, el papel.

Julio Nombela y Campos (Madrid 1836-1919) fue periodista, dramaturgo y novelista. Escritor infatigable, para hacerlo más deprisa aprendió taquigrafía, y sus obras completas editadas en 1914, ocupan más de 22 grandes volúmenes. Secretario del general carlista Ramón Cabrera, su interés en la historia de Navarra le llevó a realizar un viaje y posteriormente editar en 1868 su “Crónica de la provincia de Navarra”. En una de las descripciones de sus excursiones por Navarra cuenta su vista a la papelera de Atarrabia. Destaca en su escrito la exhaustiva descripción del almacén de trapos, que luego se convertirían en pasta de papel.
Villaba, muy conocida por la magnífica fábrica de papel que allí posee el Sr. Ribed, es una larga calle, la carretera, con casas a los lados, pero al final casi s e ve una verja de hierro, y todo anunciaba ya una verdadera quinta o finca de recreo. Lo agradable rodea, con el prestigio de su belleza, a lo útil. Al lado de une espaciosísimo jardín con cenadores, fuentes, preciosos cuadros de flores, alamedas sombrías, y todo cuanto pueda desearse, en frente de una casa de recreo que es un palacio digno de visitarse, está la magnífica fábrica de papel que surte a casi toda España….. El Sr. Ribed, que ha fallecido hace poco, dueño de la fábrica, con una bondad que no olvidaré nunca, tuvo a bien explicármelas máquinas y el papel que desempeñan en la fabricación del papel.

El trapo ,clasificado ya en los talleres del piso más elevado del edificio, entra en grandes calderas, de las que sale convertido en blanquísima pasta, y pasa por diferentes cilindros, hasta convertirse en al hoja de mayor o menor tamaño, de mayor o menor cuerpo que se empela en el consumo. Toda la maquinaria está movida por un salto de agua de gran fuerza, y las máquinas y útiles son de los mejores que se empelan en la fabricación del papel. Nada falta allí, y hasta los útiles y maquinaria están duplicados por si alguno se deteriora. En el piso principal están los almacenes y el departamento del plegado, clasificación y formación de resmas y resmillas. Allí hay infinitas habitaciones, todas cómodas y adornadas con gusto.
En la parte superior está el depósito de trapos, y aunque aconsejo a mis lectores que si visitasen la fábrica no se detengan allí mucho, a causa de esos animalitos que saltan tanto y pican, confieso que no pude menos de detenerme a contemplar aquella especie de juicio final de las galas humanas. ¡Aquello es un mundo! El terciopelo alterna con el percal; el paño de seda con la tela de cáñamo; la fina batista en donde ha reposado sus sienes la casta doncella durante al primera revelación del amor, con el lienzo crudo que servía de camisa al más feo de los aguadores gallegos; el pedazo de pantalón garancé del militar, tropieza con el fragmento de sotana de cura.. en fin, sería el cuento de no acabar describir lo que vieron mis ojos y mi imaginación en aquel cementerio de trapos.
Pero como el Sr. Ribed y su apreciable hijo, que me acompañaban y guiaban en aquella visita, hubieran querido borrar la impresión que aquel análisis había producido en mí, por un puente elegante y airoso me condujeron desde la fábrica a la quinta. He dicho antes que la casa de recreo es un palacio, y no me retracto. Los espaciosos salones, rica y artísticamente adornados, los cómodos dormitorios, los gabinetes, los tocadores, los comedores y hasta las cocinas, todo allí es grandioso, todo revela un gusto exquisito, un savoir faire admirable.

Joan Mañé y Flaquer (Torredembarra 1823-Barcelona 1901) Periodista y escritor catalán que, a lo largo de su trayectoria profesional, adoptó siempre un ideario descentralizador, participó en el incipiente catalanismo de la Lliga de Cataluña. Por ese motivo tuvo frecuentes enfrentamientos con el Gobierno de Madrid, lo mismo que por su defensa del foralismo de Navarra y el resto del País Vasco. En 1878 publicó su gran obra “El Oasis. Viaje al país de los fueros” en cuyos tres tomos hace un preciso relato de un largo viaje por la geografía vasca, haciendo múltiples descripciones de la historia y las costumbres de nuestro pueblo. Entre otros muchos lugares, visitó también la importante fábrica villavesa, quedando muy contento con la calidad del papel producido, por lo que, su editor empleó resmas fabricadas en Atarrabia para imprimir “El Oasis”.
A la entrada de dicho pueblo, en la margen derecha del rio Ulzama, y sirviéndose de sus aguas, se levanta la grandiosa fábrica de papel continuo La Navarra, propiedad de la Sra. Viuda de Ribed e hijos, fundada en 1847. La habitación de los dueños, los edificios, los patios y demás dependencias, ocupan casi tanta extensión como el resto del pueblo; es una verdadera población junto a otra población.
El salto de agua que da movimiento a sus máquinas tiene nueve metros de desnivel, y la presa, de roca natural, es la estribación del monte Escaba y del de Miravalles, y tiene una fuerza de 200 caballos de vapor, durante ocho meses, y de 50 aproximadamente, durante el verano. El canal que conduce el agua desde la presa hasta la fábrica, tiene 300 metros de longitud, y va sostenido por pilarones de mampostería y armazones de madera.

Cuando se montó la fábrica se adoptaron todos los adelantos de la industria en aquella época, pero después se han introducido en ella diferentes modificaciones, para sostenerla siempre al nivel de los progresos de esta industria. En 1872, se llevó a cabo una de las principales reformas, que consiste en la construcción de una nueva fábrica, aneja a la antigua, destinada a producir pastas mecánicas de madera, según el sistema Walter (alemán), la que, con una fuerza de 50 a 60 caballos, elabora cada veinticuatro horas 700 kilogramos, que se emplean, mezclándolas con pastas de trapo, en la fabricación de papel de imprenta .La fábrica de papel cuenta con dieciséis cilindros para picar trapo y refinar pastas, una máquina para hacer papel de 1 metro y 80 centímetros de ancho, y los demás accesorios, como ligadores rotativos, lizas, prensas etc. etc.
La producción media anual es de 430.000 kilogramos de papel de todas clases, pero más especialmente del ordinario de impresión para periódicos. No obstante, esta fábrica sabe y puede hacerlo de superior calidad, como lo indica el que ha hecho por encargo nuestro para la impresión de El Oasis. Los productos de esta fábrica han sido premiados con medalla de oro en las exposiciones de Madrid de 1850, y de Bayona de 1864, y con medalla de mérito en la de Viena de 1873. Se ocupan en la fabricación de papel y de las pastas, ochenta hombres y setenta mujeres.

La habitación particular de la familia Ribed es una hermosa quinta, con sus parques y jardines, admirablemente cuidados, con habitaciones amuebladas con lujo y gusto exquisito, donde el viajero puede admirar obras de arte y preciosos libros, elegantemente encuadernados, que relvan la ilustración de su dueño, quién ha viajado mucho y con provecho. La Navarra es un establecimiento que honra a Navarra, que honra a España y honra a su dueño, que ha sabido ponerla a la altura de los primeros establecimientos de su género en los países más adelantados.

Si el viajero se siente con fuerzas para la ascensión, suba a Miravalles para ver el sorprendente efecto que produce la puesta de sol dese aquella altura, que domina una extensión de territorio muy considerable y vario en sus accidentes. El descenso es fácil y nada peligroso, sin que la subida sea sobrado fatigosa, si se cuida de observar el precepto que dice: “Sube como viejo, para llegar arriba como joven”.
- Este artículo es complementario al publicado en esta página, con el mismo título, en Noviembre 2015
- Víctor Manuel Egia Astibia